No es que sea difícil, es que es complejo


Alrededor de un rollo de pan con carne, salsa de ajo y cervezas de sobremesa comienzan a fluir las conversaciones. Hablan de amor, hablan de sexo, hablan del sentido y del significado de tener una relación. Hablan de la soledad, de la necesidad de amar, comparten historias con las que unas se sienten identificadas, otras que asombran, sorprenden, extrañan; pero todas opinan alrededor de lo que conforma una buena porción de sus vidas; el amor, el deseo, los sentimientos enfrentados, la actividad y la pasividad de la que todas van de la mano.
Risas, ironías, detalles explícitos y puntos suspensivos en los que sobran cualquier palabra, ¿quién dijo que fuera fácil?


A menudo nos empeñamos en decir que lo hacemos complejo, no entendemos por qué lo hacemos tan complicado, nos empeñamos en mirar para otro lado e intentar restarle importancia, fingimos querer hacerlo sencillo, pero en realidad es todo lo contrario… en la propia dificultad de asumir que es complejo, estamos aceptando que no es sencillo… y ya no sé si son las cervezas, la borrachera de palabras o el pedaleo inconexo… sólo sé que no es sencillo, y eso ya es bastante…

Paloma Q